Debes saber que...

Si estoy mal no es por ti,

es por él...

yo en ti siempre creí,

más no en él,

y peor no me hagas sentir,

diciéndome,

que realmente es así

si creo que no lo es...

Le hicisteis daño a ella,

no a mí;

¿preguntas si no sé que fue él?

Lo sé, sí;

pero cuando llore tristemente,

que lo hará, será así,

recuerda que la culpa no es solo de él:

también te corresponde a ti.

Llora por su pérdida, 

porque no le quiere,

porque ahora se fija

en ti y en otras mujeres.

Llora en soledad

porque ella sí le quiere

porque sabe que tú le gustas

y porque ni a hacerle daño se atreve.

Cuando por fin te sientas mal

que, por cierto, tú si debes;

piensa en ella

y en como se siente

llora con ella, a su lado,

aunque realmente estés ausente

y, por último, recuerda, amargamente,

que su sufrimiento no es solo aparente...