jueves, 17 de noviembre de 2011

El peor castigo: el amor.


Si les digo lo que siento y pienso,
les destrozaría por dentro:
el amor no es el más bello sentimiento,
es el peor castigo, el más severo.
Sufres por un segundo y también por un tercero.
¿No le has visto? Agonizas lento.
¿Que se siente mal? Te sazona con sufrimiento.
¿Que si lo hizo a posta? No, lo hizo queriendo.

Después se muere el amor:
el odio ocupo tu corazón.
¿Que si ahora no hay dolor?
Te equivocas, sufres un montón:
la alegría te abandonó,
solo sientes rencor, la venganza pasa a ser un don...
¿cómo se le puede hacer daño mejor?
Ni lo sabes tú, ni lo sé yo...

Como todo sentimento, expiró, 
ahora la amistad ocupa tu corazón.
¿Preguntas si es fácil ser amiga del que fue tu amor?
Al principio no...
pero al mezclar odio con amor,
la amistad surgió;
pero es una amistad diferente:
son bloques de hielo alrededor de un fuego ardiente...
Pero, en mi caso, el fuego derritió el hielo;
y el hielo, convertido en agua, apagó el fuego:
empecemos de cero. 

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